viernes, 22 de agosto de 2014



Cuando supe que estabas dentro de mí, mi corazón se inundó de alegría, en ese momento fui muy feliz, te deseaba, te quería y sentía muchas cosas nuevas y hermosas dentro de mí.
Cuando naciste y vi tu carita, mi vida entera cambió, ya no fui la misma, sino que fui mejor.
Tu llanto, tus sonrisas, tus balbuceos, la primera vez que caminaste, que te caíste, que gateaste, la primera vez que dijiste "mamá", tu primer día de colegio, tu primera fiesta, tu increíble personalidad, por donde íbamos te conocían, te querían y tú con desparpajo atrapabas a todos.
Has ido creciendo y siempre traté de enseñarte lo bueno y lo malo, te enseñé todo lo que se y siempre estuve ahí para ti.
Hoy aún estoy aquí y mañana, si Dios me lo permite,  seguro que igual estaré.
Me has causado dolor hoy y tal vez no sea la única vez, pero siempre estaré para ayudarte, para guiarte, regañarte, aplaudirte, complacerte, alcahuetearte, acompañarte.
Te quiero más de lo que imaginas, mi amor es eterno y verdadero, eres simplemente una parte de mí.
Espero que seas el mejor hombre, el mejor padre, el mejor hijo, el mejor hermano, el mejor nieto, el mejor novio, el mejor amigo....... el mejor TODO.

Te amo profundamente hijo

lunes, 7 de julio de 2014



Entre sombras está mi alma,
mi corazón se va acelerando,
mi cuerpo ya no responde
y mis pies siguen caminando .

En mi cabeza todo revolotea
mis manos no dejan de temblar,
diviso en la distancia el horizonte
mientras comienzo a divagar.

Mis pensamientos se confunden con el viento
mi cuerpo no responde al movimiento.

Mis ojos se humedecen sin saber por qué,
la respiración agitada me ahoga lentamente,
mi boca reseca necesita y desea gritar,
mis pies se detienen, ya no quieren caminar.

La ira de repente se apodera de mi
y no se como la puedo controlar,
hiero y lastimo a los de mi alrededor,
quisiera detener esto, pero no puedo parar.

Cierro mis ojos y respiro profundo
trato de mantenerme tranquila en mi sentir,
el viento acaricia mi rostro cansado,
y el sol sobre mi piel me hace revivir.

martes, 17 de junio de 2014



Estoy una vez más frente al mar
aquel que me conoce como ninguno,
mis pensamientos flotan sobre las olas
aquellas que comprenden mis sentimientos.
El calor del verano me invade de nuevo,
la brisa cálida humedece mi piel
y el olor del mar evoca en mis recuerdos,
siento estremecerse todo mi cuerpo.
Unas gotas comienzan a asomarse
el cielo se nubla y oscurece
mi mirada yace en el horizonte
mi corazón siempre recordándote.
Esta ansiedad que no me deja sola
ni el hermoso paisaje me puede relajar,
mi mente sigue divagando
pido a gritos un poco de paz.


miércoles, 28 de mayo de 2014


Con el sonido de la lluvia me acuesto
mi cuerpo se estira y relaja
mi olfato percibe el olor de la lluvia
el cual evoca mi infancia

el cielo está gris y apagado
hay frío y mucha humedad,
y acostada en mi cama te pienso
te extraño, te quiero, te deseo.

Mis anhelos están en el aire
flotando junto a la lluvia,
mi esperanza sigue intacta
posada junto a la luna.

El cielo forrado de nubes
el ambiente yace gris,
como estaba mi pobre alma
antes de quererte a ti

Abrázame en las noches
cúbreme con tu dulce amor
envuélveme de suaves besos
e inúndame de mucha pasión.

Mi corazón baila de nuevo
mi rostro irradia felicidad,
le doy gracias a Dios
por esta nueva oportunidad.

lunes, 26 de mayo de 2014


Olores por doquier, paseo por la Riera en las tardes mientras que voy conversando con mi madre, mis hijos o Marta, de vez en cuando nos detenemos en las tiendas donde en esta época hay rebajas, mucha gente dentro viendo y comprando, siempre hay algo que nos llama la atención, pero nada como pasar frente a una panadería, con ese olor a pan recién horneado, a pasteles, chocolate, croissants y ensaimadas, me detengo a observar esas delicias y el olor que invade toda la calle alrededor, todo tan bien colocado y a la vista, que es inevitable detenerse a comprar algo. Seguimos nuestra plática mientras caminamos y de vez en cuando, seguimos observando las vidrieras con zapatos, ropa, bisutería y adornos, hasta que volvemos a tropezar con una charcutería, de nuevo el olor, el olor a jamones, salchichón, chorizo, lomo embuchado y fuet, increíble entrar en la tienda y mirar todo alrededor, los jamones colgando en el techo, y todo mostrado de una manera magnífica, que no se puede salir de ahí sin haber comprado algo antes, así sea un poquito de 2 o 3 cosas para probar y deleitarse en casa con un buen pan con tomate y una copa de vino. Con el clima frío pareciera que los olores se intensifican y atraen más la atención, hasta parece que da más hambre de lo habitual, pero me agradan los aromas al pasar, despiertan el apetito y las ganas de probar.

lunes, 12 de mayo de 2014


Me despierta el timbre del teléfono, me deja un mensaje Marta para decirme que pronto me vendrán a  buscar para ir a caminar. Me desperezo y me estiro, me levantó y voy al baño a lavarme la cara y los dientes, voy a la cocina a prepararme un café con leche, mientras me lo voy bebiendo, me visto y organizo mi mochila con lo indispensable para salir. Me preparo un bocadillo de jamón y lleno el termo con agua. Me vuelven a mandar un mensaje para decirme que debo bajar porque ya llegaron. Me dirijo hacia el ascensor, bajo y abro la puerta hacia la calle, una brisa fría me congela la cara, me dirijo al coche donde me esperan Marta y Tomás, los saludo y nos dirigimos a nuestro destino, vamos hacia la montaña, donde variamos a veces el lugar, a la final, lo que importa es caminar, respirar aire puro, conversar y pasarla bien un rato. Estacionamos el coche, nos bajamos e iniciamos nuestro camino, está un poco nublado porque aún es temprano, hay mucho viento, eso hace que sintamos más frío que de costumbre, Marta y yo conversamos y como siempre nos reímos. Siento cansancio mientras comenzamos a subir, trato de no pensar en eso y concentrarme en los árboles y la vegetación alrededor, diviso a lo lejos el mar, que siempre acompaña mis días desde cualquier punto de la ciudad, eso es lo que me encanta de vivir aquí, observar el mar siempre en todo su esplendor, con sus diferentes tonalidades dependiendo del color del cielo. Seguimos subiendo, la respiración de los tres se siente más fuerte, pero aunque siento más cansancio y frío, me sigo concentrando en lo que hay en mi alrededor, Marta y Tomás, van mirando a los costados a ver si localizan alguna seta y pasan todo el camino buscando, yo, sin embargo, siempre tengo a punto mi cámara para ir tomando fotos de lo que me rodea; el camino, los árboles, las montañas, las piedras, las raíces, algún animalito o alguna casa, todo me parece interesante y hermoso, así que no dejo de tomar fotos. De vez en cuando nos pasan ciclistas que al igual que nosotros, toman esa ruta para ejercitarse, y una que otra vez gente que como nosotros, caminan o buscan setas. La mayor parte de la caminata transcurre en silencio, de vez en cuando se escucha el ruido de una sierra, o de alguna moto, pero siempre a lo lejos y por supuesto, Marta y yo muchas veces reventamos ese silencio con nuestras carcajadas, porque siempre estamos alegres, conversamos y reímos. Llegamos a un restaurant donde nos sentamos adentro al lado de una chimenea, pedimos unas cervezas y sacamos nuestros bocadillos, Tomás se pone a leer el periódico en catalán, mientras todos conversamos, nos quedamos un buen rato ahí, se siente tan bien estar resguardado un poco del frío, y la chimenea se ve tan perfecta ahí puesta, parece sacada de una postal, por eso no dudo en tomarle igualmente una fotografía. Terminamos de desayunar y nos disponemos a regresar, ahora se hace un poco más suave, así que comenzamos a bajar la montaña, el día mejora, ya , no se ven nubes en el cielo y ahora el sol nos calienta, así que se hace mejor el regreso, yo sigo maravillándome con el paisaje, aunque a muchos les parezca aburrido y monótono, a mí siempre me asombra y me deslumbra. Ya casi llegamos, unos cuantos metros del coche, vemos un limonero que sobresale de una casa, así que le quitamos unos pocos limones de los más grandes y amarillos que tiene, su olor es intenso y grandes en tamaño. Y así seguimos hasta el coche donde acaba nuestra caminata por ese día.


martes, 6 de mayo de 2014

Visitando a mi yaya en Barcelona

Barcelona, majestuosa ciudad, con sus calles llenas de historia, sus edificios antiguos y con esa arquitectura única y fascinante, su Rambla llena de turistas, con sus tiendas, flores y arte. Tanto que ver, pero aún me falta mucho por descubrir y recorrer, por ahora me bajo en el tren y me subo al metro para llegar al Paralelo, que es donde vive mi abuela, el edificio es muy viejo, aunque restaurado, su piso es el último y tiene una gran terraza, desde donde se observa casi toda la ciudad. Mi yaya nos recibe con una sonrisa en su rostro, está muy feliz de vernos llegar, siempre luce su cabello bien peinado y pintado, sus uñas perfectas y bien vestida, es lindo verla a sus 94 años arreglada así, su memoria es envidiable, su único problema es que sufre de vértigo, cosa que repite muchas veces y se queja por eso, pero del resto luce muy bien, es preciosa, pequeñita de tamaño, sus pies calzan un 35, pero siempre ha sido muy coqueta. Le traemos comida para estar con ella y así compartir un rato y hacerle compañía, después de comer nos sentamos todos en su salita de estar, ahí tiene un televisor y nos disponemos a ver un programa mientras también ella nos conversa. Me fijo en los detalles de esa sala, me recuerdan a mi infancia, yo solía sentarme con ella y mi yoyo a ver también la tele, a leer o a dibujar, me gustaba dibujar sus muebles, aún los conservo y cada vez que los veo, me deleito con los detalles que de niña solía ponerle. Pienso que en cada mueble y objeto de esa casa, hay una historia o un recuerdo.

Mientras conversamos con ella, mi yaya se pone triste en una ocasión, pasó Nochebuena y Navidad solita en casa, el yoyo, el amor de su vida, yace ahora en una residencia, un día se cayó en la casa y tuvieron que llevarlo al hospital, bajo las recomendaciones del doctor, deberá quedarse en una residencia hasta que esté totalmente restablecido, esto es muy duro y difícil para él, que siempre pregunta cuando se irá a casa, pero ella que está más consciente, sabe que esto no será posible por el momento, ya que ellos dos solos en casa no pueden estar, hasta que él no esté bien del todo, por eso, en un momento ella entristece, recuerda cuando en otra época, celebraban esas fechas con la familia y con él, este año, le ha tocado estar solita en casa, y en su rostro resbalan unas lágrimas de tristeza y nostalgia. El corazón se me hace muy pequeño y me hace ver que la vida a veces es muy injusta, todos queremos tener un amor en nuestra vida para pasar la vejez acompañados y ella que tiene a su amor, por circunstancias de la vida no puede estar con el. Al rato me coloco acurrucada con mi cabeza en su hombro, con mi brazo derecho la abrazo y ella coloca su mano arriba, mientras me va haciendo cariños con sus dedos, está feliz, se siente querida y a mí me gusta estar ahí, con ese calorcito único de los abuelos, se siente suave y delicado, su olor es suave y su respiración fuerte me mece hasta dormirme. Ya llega la hora de marcharnos, mi yaya está muy contenta, nos acompaña hasta el ascensor, donde se despide muy animada y nos da las gracias por haber ido a verla, yo también estoy feliz, qué bonito es volver a disfrutar de mi abuelita. Volvemos a tomar el metro y después el tren, observo por la ventana el mar, que bordea toda la costa catalana, mi corazón está lleno de amor hacia mi familia y mi vida, tal vez no todo sea un jardín de rosas, pero tengo mucho que agradecerle a Dios.

viernes, 2 de mayo de 2014


Hay días que amanece el cielo extremadamente azul, sin siquiera una nube, es cuando entonces, el frío ya no es tan frío y los rayos del sol calientan un poco el ambiente, provoca estar en la playa, me voy caminando hacia ella, a solo 15 minutos está de mi casa y me apresuro con paso firme a su encuentro, me maravillo mientras avanzo, el mar se acerca en el horizonte, a veces brilla por los destellos del sol que se refleja en él, casi me ciega los ojos, pero sigo avanzando hacia él. Al fin llego al borde de la carretera, me apresuro a bajar las escaleras para poder cruzar al otro lado, voy por debajo de la tierra, ya que no hay paso por otro lado, ya al terminar de atravesarlo, subo las escaleras y me encuentro más cerca del mar y más próxima a la arena, me quito las botas ante algunas miradas de asombro de personas alrededor y me aproximo más hasta pisar la dura y fría arena, me gusta esa sensación en las plantas de mis pies, siento que ayudan a mi circulación y hasta quizás sea terapéutico para mis cansados pies, camino despacio pisando firme hasta acercarme más y más a la orilla del mar, la arena ahí está mojada y el frío se hace más intenso, pero me sigue gustando esa sensación en mis pies, aún con el frío helado, cuando de repente, se acerca una pequeña ola y me los moja, aunque se siente helado, me sigue agradando la sensación que me deja. Mientras mis pies se van hundiendo dentro de la arena mojada, mis ojos se centran en esa maravilla de mar,  el agua tan azul y transparente en la orilla con espuma muy blanca que viene y va, los rayos de sol reflejados en el agua, me encandilan pero me atrae más para seguir observándolo. Su olor, ese olor tan particular del agua salada, intenso y magnífico, que quisiera que jamás desapareciera de mis sentidos. Las palmeras con el viento se bambolean sin parar y sus hojas se baten creando un ruido casi perfecto con todo a su alrededor, algunas aves revolotean por encima del mar y otras vuelan mucho más arriba. Todo parece perfectamente colocado ahí para mi, todo me gusta, todo me atrae, todo me atrapa, todo ese paisaje me hace suspirar, pensar, sentir y me hace darme cuenta de lo pequeña e insignificante que soy en el mundo ante tanta majestuosidad y belleza.

domingo, 2 de marzo de 2014

En las tardes.....


En las tardes a veces salimos a pasear por la Riera, un paseo lleno de tiendas y bares, por donde la gente camina, se reúne, comen, beben algo o fuman, los niños corren o andan en patinetas. Me agrada ver las tiendas, ropa preciosa, zapatos, bolsos, adornos, lencería, juguetes, en fin, de todo y ni hablar de las panaderías con esa infinidad de dulces, croissants, cocas, en fin,  provoca pararse y deleitarse probando cada una de ellas. Mucho movimiento se observa, la brisa helada me golpea el rostro y un frío me invade todo el cuerpo, pero me gusta caminar por ahí, nos encontramos a Marta y a Tomás, con ella siempre me río y Tomás solo calla y observa todo lo que nosotras decimos, Mercé habla con mi mamá, mientras todos seguimos paseando. Ya se acerca la navidad, las celebraciones se acercan y la gente aprovecha para comprar adornos para decorar sus casas, compra regalos y camina agitada buscando lo que necesita. Las lucecitas de colores por todas partes, el olor de los pinos naturales que me invade al pasar por su lado y el olor de las castañas asándose en las brasas. Todo típico de estas fechas festivas, se puede decir, que huele y se siente la navidad. 

jueves, 27 de febrero de 2014

Venimos todos caminando.........


Venimos todos caminando cuando salen mis hijos del instituto, incluyendo a la Pili, su hija Yasmina y otra chiquilla que vive cerca de casa llamada Alba, el viento nos despeina y nos sacude con su frío, pero aún así, nos disponemos a avanzar con paso firme, vamos riendo y conversando, jugueteo con Yasmina, es graciosa y vigorosa, se ríe y habla mucho, es alborotada y gritona,me encanta su personalidad, es inteligente y avispada. Bajamos por las calles llenas de coches y gente hasta llegar al Parc Central, todo verde y espacioso, vemos a la gente paseando a sus perros, uno que otro abuelito sentado en un banquito, jóvenes caminando con sus libros bajo el brazo, de todo se observa al pasar. Al llegar al Parc Central antiguo, Pili, Yasmina y Alba se despiden de nosotros a así continuamos nosotros bajando hasta nuestra casa.

lunes, 24 de febrero de 2014


Otra noche en vela....
una lágrima resbala por mi rostro,
de nuevo la tristeza se apodera de mí.
El reflejo de la luna a través de la ventana,
irradia en mis sentidos y emociones.
Siento mi corazón palpitar de nuevo,
de ansiedad, de soledad y de miedo.
A veces quisiera retroceder en el tiempo
y volver a ser esa ingenua y dulce niña,
que amaba sin temor y por nada reía.
Sigo observando el reflejo de la luna
que acaricia mis deseos y mis ganas,
quisiera despertar por la mañana
y ser el ave que vuela frente al alba.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Por las mañanas.....................


Por las mañanas nos abrigamos mucho, cada día baja más la temperatura y tratamos desesperadamente de acostumbrarnos a este nuevo clima para nosotros, la brisa helada nos enfría  la cara mientras esperamos que el autobús venga a recogernos, deseando venga rápido para poder estar calientes en su interior, todos permanecemos callados y medio adormilados, miramos por las ventanillas y revisamos nuestros teléfonos. Disfruto observando el alba, con sus hermosos colores, cada día es distinto, uno más impresionante que el otro, me gusta observar las siluetas negras de los árboles y edificios a contraluz y cuando nos bajamos en la parada cerca del instituto, disfruto ver el mar a lo lejos, desde todos los ángulos se puede ver, siempre tan imponente, con sus diferentes matices y frío, mucho frío hace por ahí, nos quedamos todos esperando que abran las puertas del instituto, parados conversando y tiritando de frío.

lunes, 17 de febrero de 2014

Viajo en autobús............


Viajo en autobús recorriendo las calles de esta maravillosa ciudad, me coloco los auriculares para que el trayecto se haga más ameno y las voces de adentro no me aturdan. Mientras escucho una canción de Keith Urban, observo todo lo que ocurre a mi alrededor, a las personas que suben y bajan, que generalmente son las mismas de cada día: Al papá que parece divorciado y acompaña a su hijo hasta que éste se baja después de abrazarlo y besarlo con un cariño muy especial, sus miradas son de absoluto amor y admiración, me asombra cada vez como aquel niño se baja y se queda de pie en la acera hasta que las puertas de cierran y va arrancando el autobús, le lanza besos de despedida al mismo tiempo en que agita su mano despidiéndose, su padre esboza una sonrisa e igual se despide mil veces. Dos moras entran, se sientan juntas y no paran de conversar en su idioma. Frente a ellas una viejita con su carrito de compras, toda arreglada y coqueta, observa detenidamente por la ventanilla. Frente a mí se sienta una jovencita con los libros en su regazo, escucha música con su teléfono igual que yo, se ve ausente y concentrada en lo que está escuchando y no deja de teclear en su teléfono. Ya casi llego a mi destino, toco el timbre para avisarle al conductor que en la próxima parada se debe detener, al llegar se abre y yo me bajo, esta vez escucho a Franco de Vita, la nueva canción con Gloria Trevi, voy caminando hacia el instituto para buscar a mis hijos. Me impresiona cada día y aunque lo observe mil veces, como se ve el mar a lo lejos, a veces muy azul, otra vez plateado, otras tantas gris igual que el cielo, pero ese paisaje siempre me gusta, voy descendiendo por las calles hasta llegar, me encuentro con Pili, siempre con su gran sonrisa, me da dos besos y me saluda cariñosamente como siempre, me impresiona gratamente y me agrada, es de aquellas personas que aunque han sufrido mucho en la vida, siempre están con una sonrisa a flor de piel, además es muy amigable y dispuesta a echar una mano y ayudar en lo que se necesite, me agrada su compañía, nos reímos y el tiempo esperando a nuestros hijos se hace placentero. Nos regresamos a casa todos juntos en el autobús, su hija y los míos. He visto muchas cosas a la hora de entrada y salida del instituto, cosas que me asombran y me entristecen, llegaba una chica saludando a otra y ésta le cuenta que la pareja de su madre le pegó anoche y que a ella a veces la ha  empujado y maltratado también, me quedo asombrada escuchando semejante conversación y cuando ya me voy que llego a la parada, me encuentro a una mujer con una mirada muy triste, saluda a Loli, mi otra compañera de viaje y mamá de otra niña del instituto, le cuenta que su pareja le ha pegado anoche, así que asumo que es la mamá de la chica que había visto antes. Ese mismo día regreso en el autobús con Loli y me bajo con ella cerca de donde vive, porque quiere enseñarme un lugar donde venden comida a buen precio, cuando le pregunto donde vive, me cuenta que ella se metió en una casa a vivir sin el permiso de nadie y que ella es una ocupa, me dice que solo tiene un sofá cama, una estufa y pocas cosas y que muchas veces pasa frio y hasta tiene que  ir a la calle a pedir dinero para comer, su rostro refleja mucho dolor y una profunda tristeza y me cuenta que sufre de depresión, la cual controla con pastillas, refleja mas años que yo, sin embargo un día me confiesa que está a punto de cumplir 2 menos que yo, además fuma mucho, ella misma se prepara los cigarrillos, me imagino que así le salen más baratos. Otro día a la salida del instituto, mientras converso con Pili, vemos a un chico en una moto conversando con 2 más que se le acercan y entre los tres se medio tapan, Pili no les quita la vista de encima y yo me doy cuenta de que algo sucede, hasta que ella con un grito saluda al chico de la moto y éste le devuelve el saludo mientras que los otros dos rápidamente se separan, Pili me cuenta en voz baja que el chico de la moto vende una droga llamada "chocolate" y que se la vende a los chicos del instituto, yo me quedo helada cuando sale un amigo de mi hijo y lo saluda, ahí me doy cuenta del cuidado que debo tener con mis hijos, que no será fácil dejarlos tan libres como yo quería, siento que tengo que estar muy pendiente de ellos y además conversar mucho con ellos acerca de todas las cosas que pasan aquí, me doy cuenta de que vengo de otro sitio totalmente distinto y mucho más sano, a diario veo salir a chicas y chicos que no tienen más de 11 años y salen desesperados por encender un cigarrillo y su forma de expresarse deja mucho que desear, sin embargo muchas mañanas, mientras esperamos que abran el instituto, nos sentamos Pili y yo con los muchachos y muchachas y me doy cuenta de lo inocentes que aún son y de lo mucho que necesitan que sus padres les den atención, muchos niños rebeldes, mal portados, groseros, buscapleitos y piojosos, qué triste es ver a una sociedad con tantas cosas buenas, carecer de juventud educada y medianamente sana.......

Qué fácil es ver solo nuestro lado de la historia, nuestra versión de los hechos, solo nos preocupa y afecta nuestro sentir, no nos ponem...