viernes, 22 de agosto de 2014



Cuando supe que estabas dentro de mí, mi corazón se inundó de alegría, en ese momento fui muy feliz, te deseaba, te quería y sentía muchas cosas nuevas y hermosas dentro de mí.
Cuando naciste y vi tu carita, mi vida entera cambió, ya no fui la misma, sino que fui mejor.
Tu llanto, tus sonrisas, tus balbuceos, la primera vez que caminaste, que te caíste, que gateaste, la primera vez que dijiste "mamá", tu primer día de colegio, tu primera fiesta, tu increíble personalidad, por donde íbamos te conocían, te querían y tú con desparpajo atrapabas a todos.
Has ido creciendo y siempre traté de enseñarte lo bueno y lo malo, te enseñé todo lo que se y siempre estuve ahí para ti.
Hoy aún estoy aquí y mañana, si Dios me lo permite,  seguro que igual estaré.
Me has causado dolor hoy y tal vez no sea la única vez, pero siempre estaré para ayudarte, para guiarte, regañarte, aplaudirte, complacerte, alcahuetearte, acompañarte.
Te quiero más de lo que imaginas, mi amor es eterno y verdadero, eres simplemente una parte de mí.
Espero que seas el mejor hombre, el mejor padre, el mejor hijo, el mejor hermano, el mejor nieto, el mejor novio, el mejor amigo....... el mejor TODO.

Te amo profundamente hijo

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