viernes, 26 de abril de 2013

DESPIDIÉNDOME



Camino por las calles de la ciudad, sabiendo que ya me queda poco, que casi me voy, solo faltan unos meses para despedirme de esta tierra venezolana. Ahora me fijo más en los detalles de cada esquina, de cada calle, de cada plaza, de cada cara y de paisaje. Pareciera que mi mente enciende el “rec” de la grabadora de la memoria, para que queden esos momentos en el pensamiento para siempre. Me fijo en todo, en los olores, los colores, lo árido, lo caluroso, lo amigable y lo alegre, lo abusivo y lo molesto, porque esta tierra tiene de todo, cosas buenas y no tan buenas, como en todos lados, pero para uno, es familia, es amistad y lejos de parecer un país cualquiera y lleno de problemas y contradicciones….. es hogar. Por eso recorro por las calles y avenidas transitadas de emociones, de injusticias que nos roban la esperanza, pero que jamás este pueblo se deja vencer y es tan inocente y buena gente que siempre tiene tiempo para un chiste o una sonrisa, aunque en el entorno todo se derrumba y ensombrece. Mi hijo mayor me pregunta siempre si extrañaré Venezuela, desde luego que si, como no extrañar al país que me adoptó como suya, que me educó, que me enamoró, que me hizo sufrir, reir, gritar, sudar, luchar, en donde viví la mayor parte de la vida, es parte de mi y eso jamás cambiará. Así que me uno a ese eslogan tan famoso que se ha creado hace poco después de las elecciones y que aunque yo no nací en esta tierra hermosa, yo también #yo soy venezolana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Qué fácil es ver solo nuestro lado de la historia, nuestra versión de los hechos, solo nos preocupa y afecta nuestro sentir, no nos ponem...